-¡Perdón, perdón!- intenté decirle, mientras me empujaban aun más.-¡NIÑA QUÍTESE DEL CAMINO!-me gritó una señora casi en el odio que me llego a asustar.
-No me pidas perdón después de haberme empujado-sonrió asintiendo con su cabeza y siguió caminando. Por alguna extraña razón lo conocía pero no sabía de dónde.
-Pobre, nadie quiere en este maldito lugar ser tirado...Ah me siento culpable.
Me reincorporé entre la gente poniéndome en la fila para pagar la entrada del metro pero divise que en el suelo había un celular que estaba a punto de ser aplastado
, casi lanzándome traté de salvarlo lo más rápido que pude.
Luego de unos mili segundos levanté la vista y pensé en el chico.
-Espera... ¡Hey chico!-grité al mirar hacia todas partes tratando de encontrar al chico que recién había empujado.
Al divisarlo corrí lo que más pude evadiendo a las personas, la mochila me saltaba en la espalda dándome pequeños golpes.
–Esto me pasa por poner los útiles duros en la parte trasera de la mochila.
Casi me resbalo en un desván de adelantarme a una señora que caminaba muy lento, sentí pánico pero seguí corriendo.
–Lo veo está ahí... ¡si es el!-corrí más rápido.
-¡Espera! ¡Tu celular! ¡Tu celular!-le grite con todas mis fuerzas y él se dio la vuelta rápidamente. Llegue casi jadeando a donde él y algo iluso me observaba al acercarme.
-Oh... no me había dado cuenta-lo tomó-kamsahamnida (gracias)-se inclinó levemente.
-No hay de que, no puedo hacer otra cosa después de haberte empujado-jadeé sonriendo un poco tratando de tomar aire justamente cuando llegaba el metro. Caminamos hacia dentro del metro.
-Soy Kim KiBum un gusto-me dijo estirando su mano amablemente, con inseguridad le día la mano también sonriendo, lo observe por unos segundos y vi que tenía mi mismo uniforme.
–Qué raro...nunca antes lo había visto.
-No creo que haya sido un gusto, te empuje ¿no? perdón...–reí y el también rió casi en silencio-Pero bueno...un gusto soy Han SoHee.
Limpiando las mesas del restaurante pensaba en lo ocurrido en el metro, había conocido a un chico llamado Kim KiBum y ¡quién lo diría! Era de la escuela, aunque rara vez lo había visto. Me pareció simpático aunque hubiera sido duro el empujarlo así.
–So a los extremos que puedes llegar para conseguir lo que quieres-reí.
-¡SOHEE!-me grito el jefe que me estaba observando hace unos minutos ya que me había quedado limpiando por un minuto la misma mesa. Abriendo los ojos miré a todas partes y reaccioné.
-¿SI SEÑOR?-contesté rápidamente poniéndome pálida del susto y enderezándome.
-¡HAS BIEN EL TRABAJO, NO TE QUEDES EN UNA MISMA MESA!-gritó ordenando unos platos que sonaron al poner uno arriba de otro- ¡TE VEO DESDE ACÁ!
-¡Entendido!-dije a medias ganas mientras ponía los ojos blancos.
-¡NO ESTAS AQUÍ PARA HACER ESO NIÑA! ¡ ASÍ QUE TEN CONSIDERACIÓN DE HACER BIEN TU TRABAJO!-dijo el chef desapareciendo detrás de la puerta de la cocina.
-¡Si señor!-dije firme.
Ya llevaba casi un año y medio trabajando en ese lugar. Paso a ser casi como mi segunda casa. Pasaba todos los días en ese restaurante, todo por...seguir adelante y ayudar a mi madre.
-¡Hey no estoy bromeando! Ahora me iré a comprar algunos ingredientes...-observó un gran refrigerador que había en la cocina arrugando la cara-creo que me faltan algunos. Así que ¡ARRIBA EL ÁNIMO! ¡ARRIBA!
-Si señor arriba el ánimo-reí cambiando de mesa.
-¡VE A AYUDAR A ESA CHICA, ESTA HACIENDO CUALQUIER COSA!-dijo esta vez casi tirando un vaso al pasar cerca de donde había una pila grande de cosas que había que lavar al ver a Onew a su lado, lo mandó.
-¡Esta bien señor y tranquilícese!-dijo Onew riendo mientras caminaba hacia las mesas en las que me encontraba yo. Onew era un chico que había conocido también en el trabajo, como hace un año, tenía el apodo de Onew por su personalidad pero verdaderamente se llamaba Lee JinKi, me caía muy bien era uno de los amigos que tenía en ese tiempo de los cuales quería mucho y además era muy gracioso; era más alto que yo y mayor también, tenía unos 19 años aunque solía actuar como menor en cosas no serias. Era extrovertido y lo admiraba mucho por eso...
-¡Annionghaseyo! (hola formal)–dijo Onew sonriendo mientras se inclinaba levemente y luego concentrándose en las mesas nuevamente. Limpiaba casi con destreza.
-¡Annionghaseyo!-le conteste sonriendo tontamente-perdóname por haberte molestado, si no fuera por mí no-no te hubieran llamado.
-No te preocupes, no me molesta, total es el trabajo, es costumbre-se encogió de hombros y siguió con la otra mesa.
Repentinamente sentí como un sentimiento de vergüenza comenzó a controlarme mientras lo miraba por algunos minutos. No sé porque maldita sea me sentía incomoda con él, si era costumbre, el siempre había trabajado ahí conmigo. Hace poco que me había comenzado a pasar esto pero intentaba evitarlo, odio experimentar nuevas cosas y que estas me controlen de esta manera.
Bueno, así limpiamos las mesas tranquilamente casi toda la tarde, luego pasamos a las ventanas, eras pocas pero eran grandes y teníamos que dedicarle tiempo y delicadeza.
-¿Me podrías pasar la silla? Yo limpiaré arriba-me dijo Onew acercándose a tomar la silla pequeña que estaba en frente mío.
-No, yo quiero arriba se me van a dormir las piernas abajo-dije refunfuñando entre que yo tomaba el pisito.
-Kure (de acuerdo), si tú lo dices-dijo negando con la cabeza y tomando un poco de limpia vidrios y un paño para luego agacharse a limpiar
–Vaya, no le importa que se le duerman las piernas-lo observe unos minutos de reojo.
Al pasar un rato ya se me dormían los brazos, estaba acostumbrada a limpiar siempre pero creo que ya estaba explotando.
–Pero por dios estoy limpiando como hace 3 minutos en el mismo lugar ¡no se quita!-insistí comenzando a agitar el paño a todo dar haciendo que saltaran gotas de limpia vidrios al suelo y a Onew quien cerraba los ojos.
-¿Qué te pasa?-dijo Onew mirando hacia arriba-hazlo con cuidado, me mojarás entero.
-Ya no doy más, las malditas ventanas no terminan nunca de aparecer y menos esta mancha que está aquí-le señale cual era y el comenzó a reírse- ¿Qué pasó?...¿no la ves?
-Lo que ocurre es que...-seguía riendo-la mancha esta por el otro lado del vidrio SoHee sshi, como no...-carcajeo nuevamente-tienes que comenzar a darte cuenta.
-Ah...-sonreí tontamente ya que me sentía idiota-creo que sí, soy un completo desastre.
-No lo eres...-corrigió amable-Si quieres yo sigo con las demás ventanas-emitió concentrado limpiando la ventana por el borde del suelo.
-¡No estás loco!-me baje y lo intente levantar-mejor...te toca arriba.
-Espe...-se intento levantar pero se fue hacia atrás cayendo sentado al suelo y yo cayendo de rodillas. Entre carcajadas me tape la cara de la risa y vergüenza.
-Te dije que te esperaras-dijo Onew en carcajadas incorporándose del suelo y colocándose de pié con dificultad y con algo de mi ayuda.
-De verdad perdón, perdón, perdón...-me disculpe mientras intentaba no morirme de la risa.
-Ten en cuenta a la próxima que a mí también se me duermen las piernas-coloco una ligera sonrisa mirando tras la ventana y luego a mí.
-Si lo tendré en cuenta- dije al tiempo que me llegaban gotas de agua en la cara, cerré los ojos por reflejo y luego vi como Onew se arrancaba de mí a pasos rápidos.
-Seguramente fue él.
-¡VEN PARA ACÁ - le grite riendo e intentando tirarle yo agua ahora. Rápidamente callo agua en una de las mesas.
Así creo que corrimos por el restaurante por unos 5 minutos, fue un desastre, desordenamos todo lo que nos había costado ordenar. Lo bueno era que ese día no habían ido muchos empleados ya que el restaurante estaba cerrado, era día de limpieza. Tiramos una silla, casi rompo un plato...ese Onew me las iba a pagar si nos llegaban a pillar. No me di cuenta como las gotas saltaban a todas partes solo que un cálido sentimiento comenzó a crecer en mi mientras corríamos, casi veía las cosas en cámara lenta de lo tonta que estaba. Verdaderamente hace mucho tiempo que no sentía algo así por alguien...
Terminamos sentados en el suelo cansados más de lo que estábamos, a carcajadas y medio mojados. Le puse el paño en la cabeza a Onew para que se mojara por tonto, este lo dejó ahí sin quitárselo, realmente era gracioso ver los gestos que hacía al caer el agua por su cabeza y suspirando relajo su cabeza contra la pared que había detrás de nosotros.
-Creo-respiro mirando hacia arriba-que ahora hay que ordenar.
-¿Creo?–me levante a medias ganas porque mi cuerpo ya no podía mas y le quite mi paño de la cabeza, vi como unas gotas cruzaban la mitad de su cara cayendo por el lado de su nariz para luego desaparecer-hay que limpiar, esto es tu culpa–le dije en un tono supuestamente de enojo.
-Tu seguiste el juego-se levanto-también es tu culpa-me despeino un poco el pelo y se dirigió a las mesas. Me petrifiqué por unos segundos en reacción a lo que había hecho recién Onew, casi inconscientemente mi mano se dirigió a mi cabeza para quedarme unos segundos así mientras experimentaba una combinación de mariposas en mi estomago con un toque de alegría.
-Lo bueno es que no se ensucio tanto el suelo- dijo Onew desde el otro extremo del restaurante ordenando una silla pero yo seguía en trance nerviosa mire hacia todas partes e intente no mirarlo. Mientras que no se diera cuenta mejor.
Ordenamos lo que pudimos pero no pudimos arreglar la ventana que había quedado marcada con gotas de agua, tendríamos que estar una hora más limpiando ahí para poder arreglar eso. Ordene las mesas tranquilamente hasta darme cuenta que Onew desde dos mesas mas allá me observaba entre que pasaba el paño por la mesa. Al darme cuenta me sentí extremadamente cohibida y preferí no mirarlo como que no me había dado cuenta pero era inevitable. Mas inevitable al darme cuenta que el sonreía dulcemente mientras me observaba.
-¡Onew!–se me ocurrió decir apretando mi paño con las dos manos y mirándolo, rápidamente el cambió su cara a una seriedad casi forzada-¿Qué hora es?
-Hum...las ocho-dijo sacando su celular.
-Oh, se hace tarde...tendré que irme tarde si seguimos así-le eché una rápida mirada al restaurante para ver si había algo fuera de lugar que nos pudiera delatar pero solo sí la ventana que había embarrado yo y algunas gotas pequeñas que tal vez habían saltado al jugar con Onew.
-Ya no queda nada, lo otro déjamelo a mí-dijo limpiándose las manos al ver mi cara de decepción.
-¡Kamsahamnida Onew!-me incline ligeramente, sonreí alegremente y tome mis cosas rápidamente-¡annyonghikyeseyo! (adiós)
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Perdonen los paracentesis ya que si alguien que no sabe que significa esa palabra pues ahí tiene la respuesta :)
ResponderEliminarAwww ¡¡¡Amé el capítulo!!! Pensé que el chico que había caido era Onew pero no, era Key *O* ¡¡¡Sigue, quiero los demás!!!
ResponderEliminarsjkasjakjs si, eso lo puse para poner tensión (? Que bueno que te haya gustado *www* voy a llorar ;___; JinKi quiere llorar (? ^^
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